Permítanme tocar un tema polémico y que suele crear actitudes de rechazo o de adhesión inquebrantables. Cuando uno tiene la responsabilidad de escribir en un blog, puede optar por escorarse hacía temas comerciales, o entrar de lleno en lo que realmente cree que debe tratar. El optar por una u otra temática no es baladí, generalmente una, la comercial, es más amable y evita la pérdida de audiencia, la otra, la de índole más personal, obliga al lector a rechazar para siempre un blog u volver a él.
No tengo preconcebido hacia dónde ha de virar el blog, ni qué temas serán los próximos a tratar. Trato los que me nacen, los que me da la gana, y en ellos hay cuestiones, como la que toca ahora que surgen porque ellas mismas piden paso. Yo soy sólo el ejecutor de mis pensamientos e intenciones. Y ahora pide paso la cuestión del aborto.
El aborto en España, goza de total inmunidad, por ley y por costumbre. Se considera poco cool, o retrógrado o carca poner limites o criticar la actuación de la persona que aborta y de la persona que la asiste. Pero yo no vengo a congraciarme con ninguna mayoría ni todo lo contrario. El Aborto, conviene saberlo, supone la interrupción voluntaria de una gestación, de un embarazo. Mediante este procedimiento un ser humano, una persona es eliminada del cuerpo que parasita, para que no vea la luz del sol nunca.
Lo más grave, es que un ser indefenso, sin posibilidad de decidir por si mismo es relegado a la opinión de otra persona. Esa otra persona es su madre, generalmente o un familiar. ¿Y qué? yo como ser humano, o tú, que estás leyendo, no dependes de tu padre ni de tu madre para leer este blog. Somos autónomos, independientes, vivimos y opinamos, y tomamos las opciones vitales al margen de lo que digan los demás, aunque ese demás sea la propia madre. Nadie tiene el derecho de arrogarse la decisión sobre la vida de otro ser humano. Nadie tiene permiso para creerse suficientemente bueno o mejor que los demás, para decidir por él, lo que ha de hacer.
Quienes actúan de este modo, son tiranos. Por tanto, por compleja que haya podido ser la concepción, incluyendo la violación, o las circunstancias por las que haya pasado la madre, la nueva vida creada, tiene una carga genética, individual, y diferente a la del resto. No hay una vida que sea mejor que otra. La vida de la madre no está por encima de la vida del hijo, y mucho menos, el bienestar material o psicológico. A la nueva vida,el mundo todo se lo promete. Es por tanto la decisión de acabar con él, un asesinato. Es cierto que el no es consciente, como tampoco lo sería si durmiendo en la cuna es axfisiado. Pero en ambos casos, dichas actuaciones son iguales, cercenan la vida de un nuevo ser humano, al que paradojicamente la ley, en España, no protege, siendo el más débil.
Rompamos pues toda identificación entre Aborto y religión o las asociaciones engañosas que los asesinos quieren crear. El que cercena la vida de un ser indefenso es un asesinato y sobre él ha de caer todo el peso de la ley y de su conciencia. No protegamos o seamos cobardes al abordar un tema de tanta transcendencia.
Prefiero no poner imágenes para no herir la sensibilidad de nadie, pero si alguien quiere ver lo qué es un aborto, por muy duro que sea, si alguien quiere saber de verdad lo que defiende, que no se pierda esta imagen
miércoles, 7 de mayo de 2008
El Aborto en España
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario